He aquí la sinopsis del capítulo.
Hace unas horas que Katy ha fallecido. La tristeza llena el ambiente; el odio llena el corazón del joven y desolado Lucas. Este, empeñado en reforzar su fuerza, no se da cuenta de que con tanto odio, cambiará, comenzará a hacer mal. Pero solo él puede salvarse a sí mismo.
No obstante, un rayo fino de esperanza aparece. Pero es difícil alcanzarlo. ¿Lograrán utilizar esa oportunidad?
La muerte reina en el capítulo 6 de Mentalista, Uno contra la muerte
Y, si le dais a "Lee más", veréis el nuevo capítulo. Que los disfrutéis ;)
Capítulo 6 "Uno contra la Muerte"
-¡Vamos, otra vez! -le dijo
Lucas a un chico que estaba ante él.
Estaban entrenando para
aumentar y desarrollar sus poderes. Entonces, el joven que perdió a su amiga
creó una gran esfera, que lanzó contra su rival.
-¿Me ha parecido a mí o esa
esfera era de un morado de tono más oscuro? -le preguntó la supervisora de
entrenamientos a Amelia.
-No, no te lo ha parecido,
ha sido así -le respondió-. Eso significa que su mente... se está envenenando.
Envenenada por el odio.
-¿Y qué podemos hacer?
-Nada. Solo él puede
controlar su mente. Y al estar la suya muy desarrollada, está en mayor peligro.
Ahora solo nos queda esperar y pensar que será capaz de limpiar su mente. Por
su bien y por el bien de todos.
***&***
-Señor -le empezó a decir
Caeli al señor misterioso, X-, Tommy lo ha fastidiado todo. Ha matado a Katy, y
por eso, ahora Lucas ha cancelado las clases conmigo. Tommy es un completo
inútil. Por su culpa, mi plan ya no sirve. Es un imbécil. Borrémosle del mapa
de una vez. Que no sufra más por ese odio de niños pequeños.
-Tranquila, Caeli, no te
conviertas en un huracán -le intentó tranquilizar-. Él es muy importante en
nuestro plan, y es la clave del mismo.
-¿Y entonces yo para qué
intervengo?
-Verás, Lucas ya está con
Amelia. Pero al fallecer Katy, Lucas estará lleno de odio, pena y dolor, por lo
que su mente será más débil, más fácil de manipular. Además, sus poderes no
están lo suficientemente desarrollados como para salvar a su amiga. Ahora está
más dolido que nunca, y es cuando tenemos que entrar en acción. Escúchame
atentamente, este es el plan...
***&***
Por la tarde, Lucas fue a
ver a Caeli, porque habían quedado para dar un paseo como disculpa del chico a
la chica por haber cancelado las clases. Estaban sonrientes. Bueno, mejor
dicho, ella estaba sonriente, porque Lucas estaba serio, solamente mostraba
algunas sonrisas a veces, pero estas eran amargas. La muerte de Katy había sido
un golpe insuperable para él. Ahora no parecía un adolescente de 16 años, sino
un hombre lleno de experiencias.
Tras una hora, cada uno se
fue a su casa. A Caeli no le gustaba el estado de Lucas. Entonces, se dio
cuenta de que estaba preocupada por él. ¿Qué le pasaba? ¿Cómo se podía
preocupar de su enemigo? De un modo u otro, no podía evitar que el estado del
chico le disgustara, y eso a la joven no le gustaba.
***&***
-¡Lucas, Lucas! -le llamó
Amelia al chico cuando este entró en la base.
-¿Qué ocurre?
-Es... es... Katy.
Lucas, cuyos ojos parecían
dos planetas, corrió hacia la sala donde se encontraba la chica. No había sido
enterrada porque hacía apenas dos horas que había fallecido y estaban
investigando qué le había matado. Al llegar, vio a la joven inmóvil, sin un
halo de vida.
-Créeme, Lucas -le dijo la
generala-. Katy está viva. Se ha movido. De alguna forma, ha recobrado la vida.
Sin embargo, la muerte no piensa dejar libre a su tributo así como así. Aunque
muchos llaman "muerte" a la pérdida de la vida, la muerte existe. Es
un alma en pena que absorbió todo el poder de las maldades del ser humano y
adquirió el poder de quedarse con la personas inanimadas, sin ánima. Por eso,
hay que vencerle sea como sea. Pero...
-¡¿Pero qué?! -preguntó
Lucas, nervioso.
-Pero no hay nadie que pueda
entrar en ella. Bueno, hay una persona...Tú, Lucas. Tú puedes entrar en ella.
Solo tienes que enlazar tu mente con la suya y entrarás en ella. Por ello, tu
cuerpo estará inmóvil. Pero no puedes entrar, no estás preparado.
-¡¿Qué no estoy preparado?! ¡¿Qué
no estoy preparado, dices?! ¡¿Acaso estoy preparado para perderla a ella?! No,
jamás. Si he de entrar, entraré como sea, ¡aunque tenga que padecer como si
estuviera envenenado!
-...Está bien. Escúchame
atentamente. Te ayudaré a entrar, pero debes tener muchísimo cuidado. La muerte
es muy fuerte, y no te dejará llevártela. Deberás vencerle. Podrás usar tus
poderes, pero él, la muerte, también podrá usar los suyos. Por eso, debes
evitar recibir uno de sus ataques mortales. Estos son fáciles de identificar.
Son aquellos cuya energía es mayor y tienen una gran aura maligna. Lo sentirás.
Pero que la muerte no te venza, porque si lo haces, puedes morir, y si mueres
allí dentro, muere tu mente. Y si muere tu mente...
-También mi cuerpo-terminó
la frase el chico.
-Exacto. Por eso no debes
ser derrotado. Y además, en caso de que logres vencerle y salvar a Katy,
deberás salir ipso facto tras vencer a la muerte, porque si no, puedes quedar
atrapado en la mente de ella. Y dos mentes en el cuerpo de una misma persona...
-Bueno, tampoco sería tan
malo -dijo Lucas con una sonrisa traviesa.
-No seas cruel. Y cuando
luches con la muerte, evita sentimientos negativos como el miedo, la crueldad,
o la furia, pues con eso solo aumentarás el poder de la misma. Él intentará
provocarte, pero por nada del mundo debes hacer caso a sus provocaciones, pues
con eso solo lograrás matarte a ti y a Katy. Siento ser tan seria, pero es un
momento delicado. Tras estas indicaciones, ¿sigues queriendo entrar para salvar
a Katy?
-Ya sabes mi respuesta. Soy
firme con esta, y no la cambiaré. Sigue siendo sí.
-Muy bien. Pues ahora,
Mentalista, recuerda que no debes rendirte, perder o hacer caso a las
provocaciones de la muerte. Concéntrate, y piensa en entrar en Katy. Piensa en
ella.
Y así hizo. Recordó los
momentos de su infancia en los que estaba junto a Katy. Recordó cuando tenían
un examen y ella le tranquilizaba. Recordó cuando hacían los deberes juntos.
Recordó cuando ambos jugaban a volleyball. Recordó cuando estuvieron a punto de
besarse. Y entonces, Lucas se desmayó. No se movía, no hacía ningún gesto. Su
mente había sido liberada de su cuerpo. Ahora, la mente de Lucas estaba dentro
de Katy. Ahora, Lucas haría su primer encuentro con un enemigo mortal: la
Parca.
***&***
Cuando el chico abrió los
ojos, estaba en un lugar oscuro. Pero en menos de un minuto, se vio en la
entrada de un laberinto. Leyó un cartel que arriba de la entrada había.
"Katy's Mind".
-Como siempre, Inglés hasta
la muerte. O, mejor dicho, Inglés tras la muerte. Se nota que le encanta el
Inglés -pensó Lucas.
Este se sorprendió de que
aunque lo había pensado, parecía que lo había dicho en voz alta.
-Lucas -dijo una voz-.
Lucas, ¿me oyes?
-Sí, ¿quién eres? ¿Eres la
muerte?
-¿La muerte? Claro, que me
he disfrazado de mujer. Soy Amelia.
-¿Amelia? Jope, nunca te
había visto tan animada.
-Bueno, es un momento
delicado, y como dice una frase, "al mal tiempo, buena cara"
-Ya, pero como siempre
estabas taaaaaaaaaaaan seria. ¿Y cómo es que te oigo?
-Que te he puesto unos
altavoces en tu cuerpo sin que te des cuenta. ¿Tú qué crees? Tengo poderes.
-¡¿Qué?! ¡¿Tienes poderes?!
-Bueno, más o menos. Con un
Objeto de Poder. Estos te permiten tener poderes sin haberlos tenido antes. Por
supuesto, cuando ya no los llevas, dejas de tenerlos. Bueno, el caso es que tus
pensamientos son voces. No hay secretos aquí. Por eso, no puedes ni pensar en el
miedo que tienes.
-No lo tengo.
-Bien, porque si no, la
muerte se haría poderosa.
-Por cierto, estoy delante
de un laberinto, delante del laberinto de la mente de Katy.
-Nuestra mente es un
laberinto. En algunos casos, es complejo; en otros, es muy fácil. Depende de
como sea la persona y como esté en ese momento.
-Uy, pues entonces la de
Katy no tendrá ni salida, de lo liada que está.
-¡Tú si que estás liado! -exclamó
una voz, que no era la de Amelia-. ¡Ven aquí y salva a tu amiga!
-¿Katy?
-No, tu abuela. ¿Tú qué
crees? -le respondió la chica.
-Jope, que enfadada estás.
-Hombre, ¿tú como estarías
si sabes que estás muerto y que un pervertido de huesos te persigue como loco?
-Pues... bien -contestó él
con burla.
-¿Bien? Bien herido vas a
estar cuando te vea. Anda, ven a ayudarme antes de que ese huesudo pervertido
venga a por mí.
-Vaaaaaale. Qué mandona.
-Lucas -dijo Amelia al
terminar la conversación entre los jóvenes-, te iré viendo por aquí. En un
momento de apuro te daré consejos. Si necesitas ayuda, solo llámame.
Lucas entró al laberinto,
dispuesto a encontrar a su amiga antes de que lo hiciera la muerte o, como lo
llamaba ella, el huesudo pervertido.
***&***
El laberinto era algo
complejo. Sin duda, Katy era una persona con muchos pensamientos.
-Tú, la mujer del huesudo
pervertido, ¿podrías tener menos dudas?
-Primero, vuelve a llamarme
así y tú sí que vas a estar muerto -le contestó Katy-; y segundo, ¡¿cómo
quieres que tenga menos dudas si hace unos días ni sabía que tenías poderes?! Y
encima ahora me veo... como decirlo... ¡muerta!
-Vale, vale, ya sé que te
cuesta asimilar las cosas.
-¿Que me cuesta asimilar las
cosas? ¡Ja! Mira, lo voy a asimilar todo en menos de un minuto.
Y así fue. Y el laberinto se
convirtió en un camino recto.
-Muchas gracias, Katy -le
agradeció el con una sonrisa burlona. Había conseguido lo que quería.
-Ja, ja, que listo eres, mi
"querido" Mentalista -había adivinado sus planes.
Lucas siguió el camino recto
hasta llegar a una gran sala. Allí, sentada, estaba Katy.
-¡Lucas! -exclamó la chica.
Cuando se acercó, Katy fue
arrastrada hacia la pared, de la que salieron varias cadenas que ataron a Katy.
Del centro de la sala salió un gran fantasma de alas negras y cubierto con una
capa negra con adornos morados. Era la Muerte.
-Lucas, ¿osas enfrentarte a
la Muerte? Recuerda ese pasado oscuro.
-¿Qu-qué pas-pasado?-dijo
Lucas tartamudeando.
-¡Lucas! -le dijo la voz de
Amelia-. Debes decir la verdad. Solo la verdad destruirá a la Parca.
-Así es -asintió la Muerte-.
No voy a mentir, no tengo miedo de que me destruyas. Después de todo, eso solo
lo logran pocas personas, y me alegra saber que hay personas capaces de decir
la verdad cuando hace falta. Aunque sea la muerte, solo lo soy por mi trabajo,
no soy insensible y despiadado. Te haré unas preguntas, y deberás responder con
total sinceridad. Si no es así, tu amiga sufrirá y debajo de ti se abrirá un
agujero en el que te caerás si crece del todo. ¿Estás preparado?
-Claro que sí, Muerte. Y me
alegra saber que la Muerte no es despiadada.
-Muchos piensan que lo soy
porque quito vidas, pero lo hago para darle la paz que las personas no
encontrarán jamás y para dejar paso a otras vidas. Ya lo ves, mucho miedo a la
muerte, y resulta que no es tan mala. A todos nos llega nuestra hora, y hay que
aceptarlo, pues encontraremos una paz mejor y dejaremos vivir a otros. Bueno,
empecemos. Las preguntas no son fáciles, pero ya sabes, no mientas. La primera
es, ¿qué sentiste cuando estuviste a punto de besarte con Katy?
***&***
Sin duda, las preguntas no
eran fáciles. <<Mira que preguntarme qué sentí cuando estuve a punto de
besarme con Katy. Y encima con ella delante. Jope. Muerte bondadosa pero muerte
fastidiosa. Agh, tendré que contestar. Adiós, dignidad>>
-Pues sentí ternura. Sentí
que por fin un momento que desee durante tanto tiempo se hacía realidad. Sentí
que el corazón se me salía. Pero luego me decepcioné cuando llegó Tommy.
<<¡Qué bien! Encima
Katy se sonroja. Adiós mi dignidad.>>
-Bien. Ahora, la última
pregunta, porque esta es muy dura. Cuéntanos lo que ocurrió, lo que tu llamas
el "Pasado Negro".
<<No. Eso no. No. No.
No. No quiero contarlo. No quiero recordarlo. Pero... no me queda otra opción.
Bueno, vamos allá.>>
-Era un Sábado como
cualquier otro. Estaba en casa de mis abuelos. Ese día nos invitaron a comer
allí. Pero... acababa de descubrir que tenía un don. Bueno, no sabía ni qué
era. De pronto, cuando estábamos comiendo, los platos empezaron a tambalearse.
Yo, al verlo, intenté evitarlo, pero no pude. Los platos se elevaron en el
aire. Mis impactados abuelos recibieron la noticia de que tenía poderes y
entonces... nos echaron de su casa. Mientras nos llamaban monstruos. Eran de
esas personas firmes y con actitud, ante las que te tienes que comportar como
si estuvieras ante el príncipe. Y aunque no se lo contaron a nadie, para mí fue
muy doloroso. Les quería mucho, sobre todo a mi abuela. Era una de las mejores.
-...Muy bien. Es verdad.
Bueno, pues la Muerte se va a morir a otra parte.
Entonces, la Muerte se
desvaneció en el aire. Pero había sido demasiado fácil. Y como no, aún quedaba
un enemigo.
-Lucas, escúchame, la Muerte
no era el único responsable de que Katy no pudiera revivir -le avisó Amelia-.
El poder que usó Tommy fue "Muerte Infierno", por lo que aún queda un
ser que quiere quedarse con Katy. Es un demonio rojo, Lucas, uno de los peores.
No tiene ataques mortales, pero estos son muy dañinos y dolorosos, y desearás
morir. Así que Lucas, ¡coge a Katy y salid pitando de ahí!
Lucas cogió rápidamente a
Katy y salió corriendo de su mente. Oyeron un rugido. El demonio rojo había
descubierto su huida. Todo empezó a temblar.
-¡Son pasos! ¡Debe de ser
enorme! ¡Sácame de aquí, por favor! -le rogó Katy asustada.
De pronto, los temblores
cesaron. Miraron hacia atrás, no había nada. Siguieron hacia delante. Katy
chilló. Delante de ellos había un ser gigante, parecido a un humano, pero tenía
unas grandes alas negras y cuernos rojos. Además, su cuerpo era rojo, y en él
habían huecos por los que fluía lava. Además, tanto en sus pies como en sus
manos tenía garras. Y sus ojos era de un color negro que asustaba incluso al
más valiente. Era el demonio rojo. Lucas salió corriendo junto a la joven por
el lado contrario, y corrió y corrió. El demonio les perseguía. Entonces, el
chico, seguro de sí mismo, se volvió hacia el demonio y alargó sus brazos hacia
él, y el demonio cayó. Él había comprendido de que debía proteger a Katy
fuera como fuera, y que para eso tendría que utilizar sus poderes. Volvió a
coger a la joven de las manos y salió corriendo. La chica estaba en estado
de shock por el miedo, por lo que no pronunciaba palabra alguna. Al rato, el
demonio les volvió a seguir. Este, enfadado, les lanzaba esferas de fuego desde
sus manos. Lucas conseguía esquivarlas. De pronto, vio un gran agujero
luminoso.
-Si pasamos, todo se habrá
acabado -le anunció él a la exhausta Katy.
Corrieron, y cuando
estuvieron a punto de llegar, la luz se apagó. El demonio estaba ente el
agujero. Entonces, Lucas supo que solo había una opción. Cerró los ojos y extendió
los brazos hacia abajo. Entonces, todo empezó a temblar. Lucas abrió los ojos.
Estos eran completamente azules. Entonces, extendió los brazos hacia el
demonio, en los que dos esferas azules se habían formado, y lanzó estas dos
esferas azuladas hacia el demonio. El impacto fue grande, y el demonio se
resintió. El joven, que seguía teniendo los ojos azules, extendió y juntó los
brazos en dirección al demonio, y de estas salió un gran rayo azul que pegó al
demonio de golpe. Este explotó, demostrando su derrota. Lucas dejó de tener los
ojos azules. Estaba agotado por usar tanto poder. No se rindió, sin embargo.
Cruzó el portal junto a Katy. Esta no respondía, pero respondió con los
aplausos de toda la gente de la base. La joven estaba confusa, no sabía qué
ocurría, pero se ruborizó por los halagos de la gente. Ella volvía a vivir, y
él podría volver a vivir su vida junto a ella.
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