sábado, 29 de junio de 2013

Elemental.

-Elemental, mi querida amiga -le contestó él.
-Oh, vamos, no te hagas el inteligente solo porque tengas el apellido del famoso investigador.
-Qué pasa, Emma Watson, ¿la envidia te corroe por dentro?
-No. Además, no se ha confirmado que el famoso Sherlock Holmes haya sido antepasado tuyo.
-Tienes razón, pero tampoco se ha negado que así sea -replicó él.
-En serio, Tobías, a veces resultas asquerosamente...
-¿Listo?
-Pesado. Lo siento, no digo mentiras.
-Tú y tu sentido del humor -refunfuñó el joven-. Pero no me digas que no es extraño: dos familias, una con el apellido Holmes y la otra con el apellido Watson, y un día después de que tú y yo nos encontrásemos, después de que dos personas de ambas familias se encontrasen por primera vez, el alcalde apareciese muerto.
-La gente normal llama a eso C.O.I.N.C.I.D.E.N.C.I.A
-Las coincidencias no existen, amiga mía -dijo él con aires de inteligente.
-Cállate y miremos bien. Te recuerdo que esto es el escenario de un crimen, y como alguien nos vea se nos cae el pelo.
-Emma, tranquila, no nos van a... ssh, silencio. ¿Has oído eso?
-Sí, parece que viene alguien -le respondió entre susurros-. Te lo dije, sabía que nos iban a pillar. "No nos pillarán, vamos a investigar, estamos hechos para ello." Que nos apellidemos Holmes y Watson no significa que debamos investigar este caso. ¡Esto le incumbe a la policía, no a nosotros!
-Calla, quejica, y ayúdame a encontrar algún sitio en el que escondernos.
-Te odio, Tobías Holmes.
Él se giró, mirándola a los ojos, y sonrió.
-Elemental, mi estimada Emma Watson.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No hay nada más gratificante después de leer una entrada que comentar. ;)