viernes, 2 de noviembre de 2012

Una confusión destructiva (Carta de Jordi Sierra i Fabra)

Antes de tratar este tema, hablaré mínimamente sobre el autor de la carta.

Jordi Sierra i Fabra es un escritor español, nacido en Barcelona, fundador y/o director de diversas revistas como Súper Pop, Top Magazine o El Gran Musical.
Comenzó a los 8 años, y a los 12 escribió su primera novela larga (500 páginas), y en 2009 superó los 9 millones de libros vendidos, ya sean en catalán o en castellano, y muchas de sus obras han llegado al teatro y a la televisión.
En 2004 creó la Fundación Jordi Sierra i Fabra, destinada a promover la escritura entre los jóvenes españoles, y por eso convoca cada año un premio para los jóvenes escritores menores de 18 años.

Y ahora, voy a explicar el asunto.

Hace unos días, Jordi publicó dos artículos sobre diferentes riesgos de autopublicar y de blogs. No estaba diciendo que ambas cosas fueran malas, nunca mejor dicho, porque los blogs siempre le han tratado muy bien y él nunca querría decir malas cosas. Pero hay que tener en cuenta que las buenas cosas suelen salir a la luz siempre, pero las malas cosas... bueno, habrán partes malas que tú podrás ver pero habrá otras que se te pasan. Por eso hizo él los artículos, como aviso para estas partes malas. Porque todos los jóvenes escritores estamos en un nuevo mundo, un mundo desconocido, y Jordi quiere compartir su saber de la vida con los que "están comenzando a vivir", por eso él es tan cercano, ha creado un concurso y, como veréis en la carta, <<las puertas de mi casa están abiertas>>.
El caso es que ambos artículos se han interpretado mal. Cabe decir que es una cosa que él teme mucho, que entiendan mal el significado de algunas cosas, y eso es lo que ocurrió. Y algunas personas pusieron en duda su "compromiso" con los jóvenes, la ayuda que él daba. Y, como no, le entristeció, mucho. A continuación os dejo la carta que él ha escrito, dando la cara a esas "acusaciones".

Viendo estos días la polémica generada por dos textos míos en dos foros de Internet, me gustaría intervenir para matizar mis propias declaraciones. Lo peor que le puede pasar a uno es querer hacer las cosas bien y que le salgan mal, o que no le entiendan, o las dos cosas. La polvareda y la polémica desatadas me han confundido y preocupado, pero no soy de los que escurre el bulto. Si algo se hace mal, o ha salido mal, hay que afrontarlo. Creo que soy de los pocos autores con contacto vivo y directo con vosotros, y no sólo por la Fundación, la revista La Página Escrita o el Premio Literario. Mi casa siempre ha estado abierta para quien quiera hablar conmigo. Quizás mi primer error haya sido creer que me conocíais lo bastante y entenderíais mis palabras sin dramatismos. No ha sido así. Lástima. Soy apasionado, exactamente como lo sois los que estáis ahí, al otro lado. Lo que más me ha dolido ha sido la duda de un buen camarada poniendo en duda mi compromiso con vosotros/as. Claro que intento protegeros, aunque supongo que no soy nadie para hacerlo y punto. Desde que tuve la idea de crear un premio y una Fundación para respaldaros, me comprometí para siempre a defender vuestros sueños.
Bueno, por más escritor que sea me cuesta encontrar las palabras para tratar de expresarme. Siento no haberlo hecho mejor en esos dos artículos. Mea culpa. Ya he decidido no volver a escribir para no levantar polvaredas tratando de “ayudar”, porque está visto que no lo he conseguido.
Vayamos por partes. El artículo en el que hablaba de las autoediciones.
Lo único que pretendía con este artículo era alertaros del peligro que se corre con la impaciencia. Y sé de qué me hablo. Os pedía prudencia, cautela, que no tuvierais prisa, exactamente lo que les he dicho a los ganadores de mi premio estos siete años pasados y a muchos finalistas. Una amiga mía cayó en la trampa de pagarle seis mil euros a un falso editor por editarle su libro. Luego le sacó dos mil más para hacer publicidad ya que el libro “parecía tener muy buena acogida y le faltaba un empujoncito”. Finalmente le sacó tres mil euros más cuando le dijo que iba a destruir o saldar el resto de ejemplares porque “inexplicablemente”, no se vendían, y ella los compró para que no se perdieran. Exactamente hablaba de eso, no de cortaros los sueños ni de que no os autoeditéis. Otra cosa es que crea que la impaciencia no es buena, que tenéis que luchar por la excelencia, que se os pague por un libro porque con eso os sentiréis escritores, y eso se consigue con tiempo. De verdad no entiendo el revuelo causado por mi texto, que se ha tomado por el lado opuesto, como si os frenara. Insisto: hablaba de que tengáis cuidado, nada más. ¿No me expresé bien? Lo siento. Más aún, si alguien se ha sentido ofendido, pido perdón, de corazón. Muchas veces el tono en que se escribe algo no es el mismo con el que lo percibe el lector, y yo tengo fama de explosivo. Pero siempre digo las cosas con el corazón y una sonrisa. Y repito lo de antes: fallo mío por pensar que la mayoría me conocéis bien. Falsa presunción.
Segundo tema: los blogs.
Yo con esto aluciné bastante viendo lo que algunos/as decíais.
Estos días se ha publicado una novela mía titulada “Sólo tú” que escribí hace 4 años. En ella la protagonista es una bloguera. Es decir, ya hace 4 años yo le daba un papel capital a los blogs. En el nº1 de La Página Escrita hay un listado de blogs que conozco porque los apoyo y creo en ellos. Tengo amigos y amigas blogueros. Es más, los blogs SIEMPRE me han tratado muy bien. Y es por eso, precisamente, porque nadie puede sospechar de mí, que me creí en el deber de alertar del peligro de la simplicidad en que puede acabarse. Estamos llegando a una reducción de la cultura circunscrita al simple “me gusta” y no me gusta”, y eso puede llegar a ser alarmante. Yo habla de “formación”, de rigor, de que para hablar del trabajo de un escritor, pintor, escultor, músico, que se ha tirado un tiempo para crear una cosa, lo menos que hemos de exigirnos es seriedad. Nada más. Si esto ha causado otro revuelo, lo siento. Y si no me expresé bien, repito lo de antes: pido perdón. Es obvio que no supe explicarme y que lo que decía como amigo se ha tomado casi como una afrenta. Pero fijáos que escribí ese artículo en un blog nuevo, no de tapadillo o en una revista. Lo hice dando la cara porque “creía” que entenderíais el quid de la cuestión.
En serio, chicos, chicas, ¿pensáis de verdad que una persona que cada año da 3000 euros de su bolsillo a una joven promesa de la literatura, que consiguió en su día que SM editara el libro, que consiguió que se entregara el premio en la misma fiesta del Barco de Vapor y el Gran Angular, que se gasta los ahorros en dos Fundaciones a ambos lados del Atlántico tratando de que la gente escriba, y que acaba de publicar una revista gratuita metiendo en el ajo a un montón de gente, de verdad, repito, podéis dudar de que esa persona os apoya? ¿En serio?
Hay un tercer tema que os ha mosqueado. El empleo que hago de la palabra “quinceañera”. Otro error por mi parte. Los que me conocen, insisto en ello, saben el valor que doy yo a esa palabra y lo mucho que he defendido siempre la pasión de los 15 años, edad que, para mí, marca un punto de inflexión en la vida de muchas chicas. ¡Pero cómo voy a hablar mal de mi gente! Hace 35 años, cuando co-fundé Super Pop, recibí un sinfín de palos por hacer una revista “para fans”. Palos duros. Yo defendí tanto el papel de la fan, que incluso escribí una novela reivindicativa, “Las fans”. Mi casa está siempre llena de esas “quinceañeras” que vienen a verme y con las que siempre charlo una hora y luego regalo libros. Y eso ha sido así desde hace más de 30 años. Así que vuelvo a la pregunta, ¿de verdad creéis que hablaba en sentido despectivo? Pues si es así, tercer error por mi parte, última metida de pata y de nuevo, perdón, perdón, perdón. Lo siento. ¿Me hago el harakiri? (y que conste que escribo esto sonriendo, no en plan dramático).
Mantengo constante contacto con mi gente a través de foros como la Generación Jordilauriana o el Foro de Laura Gallego, en el que tengo varios apartados. Que yo sepa, el buen rollo ha sido siempre lo mejor. La polémica me ha pillado a traspiés porque considero que es injusta viendo mi trayectoria. Otra cosa es que siempre haya gente cabreada o a la que no le gusten mis libros. Eso vale. No sé dónde he leído que “Campos de fresas” se vende tanto porque SM obliga a ponerlo en los colegios. ¡Ya querría SM o cualquier otra editorial tener esa fuerza!
Hice dos artículos creyendo que os ayudarían y casi me echáis a los leones. Muchos sabéis mi historia, porque hice dos Fundaciones, el premio o la revista. Sabéis lo que pasé para mantener mi sueño contra mi padre y mi escuela, y lo que hice para publicar. Intento que entendáis algunos aspectos de todo esto, nada más, porque la mayoría me dice siempre que estáis solos, que no tenéis a nadie con quien hablar de ello salvo los amigos, que tampoco tienen mucha idea del tinglado. Incluso para concursar en mi premio hay cada año largas sesiones en los foros sobre qué letras usar, qué interlineados, etc. Porque es un mundo nuevo en el que estáis entrando. Ray Bradbury decía que los que conocen la vida han de ayudar o compartirla con los demás. Es lo que intento hacer, por lo que veo, con bastante mala fortuna. ¿Tenía alguna necesidad de crear un premio, una revista, las Fundaciones…? No, pero pensé que era necesario. Viendo lo que se ha escrito sobre mí, ahora estoy desconcertado. Pero en lugar de callar aquí estoy, dando la cara.
No sé qué más decir. Escribo esto desde Colombia, donde me ha pillado el lío. Lo mejor será que, desde ahora, me limite a mis novelas. Siempre tendréis la puerta de mi casa abierta para lo que necesitéis, pero de viva voz. No sé si esto volverá a levantar ríos de tinta pero, sinceramente, espero que no, y que las aguas vuelvan a su cauce.
Suelo acabar cosas así diciendo “os quiero”.
Así que os quiero.
Jordi

¿Qué os parece? Mirad, él creó el premio para ayudarnos. Porque por no tener 18 años, las puertas de las editoriales se cierran para nosotros. No sé si habrá alguna que publique a menores, pero si la hay, os digo yo, que se puede contar con los dedos. Por eso él creó el concurso, para ayudar a los escritores menores cumplir su sueño de publicar una novela y que los demás las lean. Y ahora por culpa de esas acusaciones, seguramente no habrán más Premios JSiF. Sí, como lo oís, quizá no hayan más. Es lo más seguro. Y todo por esas acusaciones. Y todos los escritores menores de edad tendremos una oportunidad menos para publicar, porque conozco otro concurso pero, por ejemplo, ese es de 14 a 25 años. Ya véis, imagináos compitiendo contra uno de 25. 

Este, el Premio JSiF era uno de los más conocidos y de los más queridos, por supuesto. Cuando yo me enteré de este concurso, pensé "Vaya, un concurso con el nombre de un escritor" (sí, ya, ya sé que no es que el nombre sea de un escritor, es que él creó el premio, pero era verano y no me vino a la memoria Campos de fresas, un libro suyo que, por cierto, me encantó y me enganchó. Tiene muchísimo talento y nivel.), y cuando vi que justamente había sido él el creador, pensé <<Vaya, solo con esto debe de ser un gran escritor, que le da la oportunidad a los jóvenes. Gracias, Jordi Sierra i Fabra *O*>> xD Y ahora todo se ha acabado. Todo ha caído. Ahora por culpa de esa gente que lo criticó (que yo, personalmente, no sé como tuvieron tan poca cara, o así lo veo yo, para culparle por ayudarnos con un concurso que es de los más seguros, con otra mala gente que hay por ahí) a muchos se nos ha roto el sueño de presentarnos al JSiF'14. Y al JSiF'15. Y al JSiF'16. Y a los demás. 
Por eso, una amiga empezó a recoger firmas para animar a Jordi. Y es que, ya que él ha hecho tanto, en estos momentos yo creo que es hora de que nosotros también le ayudemos a él, de que le enseñemos la luz en tanta oscuridad, que vea que dejand a parte a esas personas que le criticaron, hay más personas que le admiramos no solo por sus libros, sino por ser tan cercano y por crear ese premio. Y aquí os dejo el enlace al blog de mi amiga donde está recogiendo firmas. Y es que deberíamos ayudarlos todos.
Si eres lector, porque él también escribe, y seguro que te gustaría leer libros que ganasen esos premios, y porque deberías pensar en los escritores menores que quieren cumplir su sueño.
Y si eres escritor, aún más razones, porque tú escribes, porque tú sabes lo que es escribir y que se caiga un sueño porque ese concurso al que tú pensabas enviar tu obra se hubiese eliminado. Porque tú también quieres cumplir ese sueño, y seguro que comprendes a los otros escritores.
Y si no eres ni lector ni escritor, por favor, ten consideración por esos escritores jóvenes que al leer la noticia se les habrá roto un poco el corazón.

Y si no queréis decirlo en el blog de mi amiga, me lo podéis decir a mí. ¿Cómo? Pues...

...por correo, a hystoriannunmundodehistorias@gmail.com
...por Twitter
...por mp en el Foro de Laura Gallego (FLGG) a Etervio
...comentando aquí :3

Intentemos ser muchos. Porque tenemos que ayudar a Jordi. Porque él nos ayudó a cumplir nuestro sueño. Porque tenemos que demostrarle que somos muchos los que le apoyamos

PD: Según nueva información, <<el concurso JSiF no se va a cancelar>>. Alegría para todos~~ xDDD Aun así, querríamos demostrarle que somos muchos los que le apoyamos y así intentar subirle la moral. Así que, si nos ayudáis, ¡muchísimas gracias! :D


Por Jordi Sierra i Fabra


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